lunes, 25 de junio de 2012

Contra los poderes del vaticano


Yo no soy creyente
y lo siento si te duele,
sé que hay una fuerza superior,
pero no le puedo llamar Dios,
¡Se siente!
No intentes embaucarme,
no intentes convencerme,
la iglesia es una secta, egoísta,
que se aprovecha de la fe
de la pobre gente creyente.
Por más que lo intentéis
no me confundiréis,
al contrario que vosotros,
yo soy fiel a mi ser.
Sé que al final de estos versos
también me apoyarás.
Tengo las cosas claras
y te las voy a mostrar.
Mira un poco la historia
y verás cómo es verdad.
Mil historias me cuentas,
mil mentiras sin verdad.
La iglesia critica la vida,
confunde a los demás,
se impone frente al que le supera.
Desde siempre se impone
y por miedo castiga
a todo el que se opone.
Son el puro ejemplo de una lacra,
un cáncer que se extiende
y con él hay que acabar.
Tanto criticas,
tanto pides,
tanto impones,
¡aplícate tu ley!
Terminad con esta injusticia
o el mundo pudriréis.
Sois el vivo ejemplo del machismo,
el egoísmo
y el abuso de poder.
Cuántas almas de niños habréis roto
por saciar vuestro puto placer.
La iglesia está jodiendo el mundo,
¡entérate de una vez!