lunes, 14 de mayo de 2012

La última y Primera Noche (Abril 2011)

Era de noche y llamaron a mi puerta,
miré al despertador para ver qué hora era.
Las tres y media de la mañana ¡vaya faena!
Salté de la cama y me vestí de mala manera,
quería saber quien me esperaba ahí afuera.
Cuando llegué al recibidor,
miré por la mirilla
y me armé de valor
como en una pesadilla.
Te vi tan desesperada,
te abrí la puerta y entraste a mi casa.
¿Qué te ha pasado?
Estás llena de sangre
y ni siquiera te has quejado.
¿No es tuya verdad?
Por fin te has liberado.
Me lo dicen tus ojos,
tu mirada ha cambiado,
estás tan asustada
y a la vez tan relajada.
Te has escapado,
de esa oscura y mala penumbra
que le tenía tan cegado.
No te lo habías imaginado,
pero por fin ha pasado.
Ya no volverá a tocarte más
con su garra enfurecida,
ni te insultará, ¡tranquila!

Tras varios largos años
 de sufrimiento y dolor,
tras toda la agonía
sufrida por el maltrato,
llegó al fin el momento
en que se acabó tu tormento.
Llegó al fin el día
en que as “dao” fin a sus días.
Todo el veneno que corría por tus entrañas,
al fin explotó y salió,
chocando contra el toda tu ira,
enfurecida,
tu alma te salvó
de esa oscura injusticia.
No solamente quisiste ganar,
te opusiste claramente
a no poder ganar,
finalmente lo conseguiste,
ya puedes respirar,
yo te apoyaré siempre,
no lo debes olvidar.
Has vuelto a nacer,
el pasado tienes que tratar de olvidar.
En ti misma creer y solo en ti confiar.
No me olvides en tu vida,
que yo siempre aquí estaré,
apoyándote siempre
ayudándote a sobrevivir.