Después
de los besos que nos dimos,
difícil es volver a ser amigos.
Extraño
se me hace ser tu amiga
después de aquella noche
que ahora se queda fría.
Una
extraña sensación recorre mi piel
como un escalofrío abrazándome.
Recordando a
cada rato el sitio exacto,
cada tramo de mi piel
que
trazaron tus manos acariciándome.
Atormentándome, añoro tus caricias
tan dulces
que eran para mi delicias.
No lo entiendo
si es
que acaso me hechizaste
para
un solo momento.
Para
mí fuiste tan especial,
mientras
que para ti
tan
solo fui una más.
Hay
un sentimiento torturándome,
recordando a cada instante
dentro
de mi ser,
las
mentiras que algún día
pudieron
saciar mi sed.
Tu
voz suena en mi cabeza
y como si de un eco interminable se tratara,
me perfora,
me despierta
y me derrota.
Pero con el tiempo me hago más fuerte
y no paro de
pensar,
que
el final no es este,
así
no puede acabar,
tan
solo empieza algo
que está
sin vaticinar.
Aún
me queda algo por decir,
y es
que no te comprometas
si no
puedes cumplir,
o te acarrearán
las tristes consecuencias
que no quieres pagar.
Comienza un nuevo día,
es el
despertar,
abre
bien los ojos
para
no tropezar
con
la misma piedra
una y
otra vez más.
Comienza
un nuevo día
un
viaje sin igual,
cambiando
personajes
y un
distinto final.
Y
aquí se acaba,
el relato de nuestra historia,
dos almas separadas.
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